lunes, 1 de marzo de 2010

Formigal 2.010




Salimos de domingo día 28 de febrero para Formigal. Con anterioridad, el sábado tuvimos que cargar las cosas en el autocar.

La carga se hace en el aparcamiento del Molinón, lugar que viene siendo habituar. Domingo de viaje, en esta ocasión no tenemos que madrugar mucho, la salida es a la 8 de la mañana de la Gota de Leche, en Gijón.

La primera parada será en Castro Urdiales, para desayunar y a la carrera visitar por fuera, la iglesia gótica de Sta. María de la Asunción. Esta iglesia comienza a edificarse en el siglo XIII, bajo el patrocinio de Alfonso VIII.

La comida la hacemos en Pamplona, sacando tiempo para visitar sus míticas calles por donde se desarrollan los encierros. La merienda cena en el hotel; al que llegamos a las 7 de la tarde.

El lunes 1, amanece, amenazante en lo que al tiempo se refiere. En los corrillos se comenta que viene mal tiempo para la semana. Pero salimos de los primeros del hotel y vaya que si esquiamos, Ubaldo, nos lleva a la zona de los remontes, las perchas, la parte vieja de la estación; allí nos encontramos con una nieve polvo, preciosa y las pistas para nosotros. Pasamos allí la mañana; después nuestro guía nos lleva a conocer la estación, si es verdad que a primera hora no había visibilidad, salvo en esta zona.

Los días se fueron sucediendo y el segundo hacemos la incorporación al grupo de Avelino, que llega con la aureola de buen esquiador. Decir que el martes fue el mejor día de esquí, sol y nieve en perfecto estado ideal para la práctica del esquí.

Aquí ya cogemos la rutina desayuno, procurando ir de los primeros al comedor, para a su vez ser los primeros en las pistas, parada hacia las dos o las tres de la tarde para el bocata, ducha, un rato en habitación o paseo antes y después de cenar; siempre procurábamos entrar de los primeros. Miércoles mal día pero esquiamos hasta que cierran la estación, aprovecho para ir al spa de un hotel próximo.

Jueves día de la espicha y aquí el grupo se divide con Avelino nos dedicamos a buscar los fuera pista y hacernos las negras. Esa noche espicha y homenaje al socio más antiguo y que más veces participó en la semana de la nieve. Este año recae en Alberto.

Del viernes poco que decir las piernas no están para mucho y a las cuatro decido y a por los restos de espicha. Buena nieve que al final del día se fue poniendo dura.

El regreso lo hacemos de sábado, salimos a las nueve de la mañana y llegamos a Gijón a las ocho de la tarde con dos horas de parada en Vitoria para comer.

A grandes rasgos esto es lo que dio de si la semana. Ya estamos pensando en el año que viene, que si puede ser hay estaremos.




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