martes, 16 de noviembre de 2010

Sierra Escrita o del Crespón- Fueyo-Fatiñoso-La Crespina-Peña Crespa-Guanalón-Cogollo


Dentro de la exuberante naturaleza, que tenemos en Asturias, el parque Natural de Redes en la vertiente norte de la Cordillera Cantábrica es uno de ellos. En el interior de este espacio natural, además de los espectaculares paisajes que ofrece el accidentado relieve, con bellos cordales que culminan casi siempre en afiladas aristas de blanca caliza, el montañero amante de la naturaleza y de rincones poco transitados, puede encontrar una gran variedad de flora y fauna, un lugar donde aún los humanos pueden reencontrarse con su medio.

La Sierra Escrita o del Crespón tiene una orientación de norte a sur y separa los concejos de Laviana y Sobrescobio. Su modestas alturas, no la hacen demasiado atractiva para los montañeros, que se quedarán sorprendidos gratamente del ambiente alpino que se van encontrar. De dificultad moderada, pero con pasos aéreos, por terreno mixto de hierba y caliza, que aumentará la dificultad si esta , está mojada.
Sin embargo te la posibilidad de poder escapar cuando lo desees. Con fayas centenarias, cubiertas de musgo, que te reparan un agradable sorpresa.

Esta travesía la comenzamos en el pueblo Llavianes del El Condado a Soto de Lorío-Camino de Guanalón-Las Pericuetas-Pico Fueyo o Llampaces 1.145 m-Pico Faltiñoso o Escrita 1.159 m-La Crespina 1.202 m-Les Crespes 1.217 m-Cantu Cerezal 1.196 m-Guanalón 1.230 m-Cogollu 1.225 m-Majada de Cogollu-Crestón de Fociella-Aviáus-Les Bories-Piscifactoría-Soto de Agues.

Sierra Escrita o del Crespón from Juan José Quiñones Ortega on Vimeo.

Por la carretera que nos lleva a Soto de Lorío, desde aquí y por un camino que sale de la carretera a la derecha de un hórreo y sube a las casas más altas del pueblo, llegamos a la última casa y ya entramos en la pista que se interna en valle de Soto, llamado Camino de Guanalón. Debemos seguir la pista principal, que nos encumbra en la fuente de Campa.

Un poco más arriba la pista presenta una bifurcación, hemos de tomar el ramal de la izquierda final para nosotros del Camino de Guanalón para en suave bajada cruzar el río de Soto, comenzando a subir, dejamos un desvío a la izquierda y tras dar una curva a la derecha en Las Pericuetas se encuentra con una especie de cantera. Tenemos ahora que prestar mucha atención, ya que un poco más arriba, cuando la pista discurre prácticamente en horizontal, debemos abandonarla para tomar un sendero que veremos a nuestra izquierda y que es el antiguo camino de acceso a las minas.

Este viejo camino de acceso al aprovechamiento minero de Llampaces, remonta por la empinada falda occidental de la sierra describiendo, en dirección ENE, un zigzags de múltiples trazos. Enseguida pasamos al lado de una bocamina, y en cómodas revueltas va ganando altura a lo largo de la ladera. En los últimos tramos el camino presenta todavía muros de contención en buen estado de conservación, llanea un poco y llega a las antiguas minas de hierro de Llampaces.

Para salir de la explotación debemos girar a la izquierda, pasar por entre los muros que se mantienen en píe y superar una pequeña brecha en el espolón. Después sólo nos queda subir cercanos a ese espolón hasta La Enraya, collada divisoria de Laviana-Sobrescobio.

Empezaremos por dirigirnos al norte para alcanzar la cumbre del Pico Fueyo 1.144 m, con vertice geodésico, buzón, buena vista sobre las tierras de Laviana y el resto del cresterío.

Retrocedemos de nuevo a la collada y continuamos la cresta por una zona que nos indica que a partir de aquí será necesario prestar atención a cada paso. En fácil trepada ganamos la cumbre del Fatiñusu 1.158 m y proseguimos por la cresta a caballo de los municipios de Sobrescobio y Laviana, destrepando los fáciles bloques que configuran el Fatiñusu por esta vertiente.

Tras pasar la Güeya del Fatiñusu comenzamos el ascenso al Pico Rearcu 1.179 m. Destrepando un fácil canalón que nos sitúa ante el comienzo del tramo más comprometido del itinerario. para empezar debemos trepar un pequeño promotorio por la vertiente de Laviana, no es muy aéreo y presenta buenos agarres. Después, tras una breve subida, recorremos un tramo llano en el que la arista se hace aérea y estrecha hasta situarnos en la cumbre de La Crespina 1.302 m, donde la arista se corta y a continuación aparece una pequeña aguja antes de caer bruscamente a una horcada.Nosotros ante la fuerte inclinación que presenta la vertiente de Laviana, el piso con altas y fuertes hierbas mojadas, en la zona Argones, decidimos retroceder unos metros para descender por la vertiente de Sobrescobio unos y volver a la horcada de Güeya la Fondúa.Una ver en la horcad subimos unos metros hasta la altura de un árbol, desde el que debemos subir por medio de una trepada fácil pero aérea a ganar de nuevo la cresta cimera y la cumbre de Les Crespes 1,217 m.

Hemos pasado ya lo peor del cresterío, pero aún falta un buen trecho hasta el Guanalón.

En Les Crespes la cresta, que mantenía una clara orientación norte-sur, gira al "SO". La seguimos y pronto nos adentramos en un hayedo, ya que en esta zona el bosque se extiende por ambas vertientes. Alcanzamos el Cantu Cerezal 1.182 m y ya solo nos queda por ascender la cumbre del Guanalón para efectuar el recorrido integro de la crestería.
Para ello descendemos hasta la Güeya´l Guanalón, collada que precede a la subida de la cumbre, la más individualizada del todo el Cantu. Una vez en la collada solo nos queda afrontar la subida a la cima, la más alta del cresterío.

Aún nos queda tiempo y decidimos a cercanos hasta el Cogollu. Nuevo descenso siguiendo la crestapor terreno calizo hasta la collada de Recabau donde por las trazas de un sendero que se interna en el Monte La Candileja, pasa junto la fuente del mismo nombre y sube hasta la divisoria en una collada al norte de la cumbre del Cogollu, para subir por el espolón a su cumbre de 1.222 m.

El descenso lo hacemos hacia una collada verde que hay a nuestra derecha y luego llegar a la Majada de Cogollu, donde enlazamos con un PR que por una pequeña brecha conocida como la Güeya Les Oveyes, en la que asomamos a la otra vertiente y el camino se interna en el bosque de hayados, para cruzar el río más abajo en una curva, que forma una cascad y entrar en Borines.

Es este hoy en día uno de los valles mejor conservados de la zona de Soto de Agues, sin pistas ni cabañas arregladas para el fin de semana. Y así entramos en la pista de hormigón de dudoso gusto en la Ruta del Alba, cerca de la piscifactoría y por ella terminar nuestro recorrido en Soto de Agues.
Ruta recomendada, en la que empleamos un tiempo de 7 h para hacer 17 km con un desnivel positivo de 1.678 m y 1.516 m negativos